Según la Real academia de la lengua
española el significado de la palabra patria es el de tierra natal o
adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser
humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos. En la
actual España se dan todos menos el más importante, el afectivo.
Este desafecto es lógico en aquellos que desean segregarse, sin
embargo es chocante en aquellos que se consideran españoles. El
desafecto de los españoles hacia su propia patria se vertebra en dos
tendencias, la relativista que se traduce en el oxímoron de nación
de naciones, y la expansionista de aquellos que no quieren ver que
existen personas y territorios sin cabida afectiva en la patria
común.
Alguno opina, creyendo a pies juntillas
el engaño constituyente, que nadie desea abandonar una relación que
le parezca digna, conveniente y justa. Mi contestación es que eso es
un matrimonio de conveniencia, en el que como en todos los
matrimonios de conveniencia no existe amor sino engaño, falta de
honestidad e hipocresía y que no garantiza la supervivencia de la
pareja.
Los españoles no podemos seguir
jugando a ese juego perverso, debemos tomar conciencia de nuestra
realidad e iniciar el proceso de divorcio sin dilación.
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